domingo, 23 de mayo de 2010

POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS.


Mi próxima lectura, con un poco de duda de que me guste. Lo que sí me ha gustado es las primeras palabras que he podido leer en el libro, escritas por Jonh Donne.

Nadie es una isla, completo en sí mismo;
cada hombre es un pedazo del continente, una
parte de la tierra; si el mar se lleva una por-
ción de tierra, toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio, o la casa de
uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte
de cualquier hombre me disminuye, porque
estoy ligado a la humanidad; y por consiguien-
te, nunca hagas preguntar por quién doblan
las campanas; doblan por ti.

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